HAY REPAROS
Quizas si lo más importante en todo esto es lo que quedará por un tiempo en la cabeza de los entendidos en la materia,
En Lautaro, ya es como una tradición el que se sepulten o entierren pilas botones, sí, esas que están botadas en las calles y que eran de nuestros relojes, calculadoras y otros elementos que son de uso diario y son comunes entre nosotros.
El problema, es que nadie dice nada y no hace nada, pero cuando alguien insinúa algo por hacer aparecen quienes tienen todo en la mano, pero se han quedado en el intento o en la sola sugerencia de iniciar una actividad.
Este fin de semana pasado, se sepultaron en una ceremonia con una concurrencia de cerca de 200 personas, entre ellas autoridades, abogados, médicos, profesores, estudiantes y profesionales de diversas especialidades, mas de 10.000 pilas botones, las que por lo menos no estarán en las calles oxidándose, y contaminando las aguas y tierra nuestra a la espera que alguien diga en este país nosotros somos los encargados y los responsables y conversen con Don Eduardo Poo el gestor de todos estos programas.
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