Todo se termina, y esta fecha no es diferente a las otras en este aspecto, se termina la fiesta, y todo comienza a quedar en el pasado.
Desfile hermoso, fuegos artificiales, cuecas, espectáculos, beneficios de instituciones que aprovecharon la oportunidad, visitas de todas partes del país - incluso extranjeros - todo con la excusa del Bicentenario.
Así y todo lo único que quedará para la historia y para confirmar que algo se hizo más allá de las fiestas que son tradicionales, fue un mástil gigante que se inauguró el 17 de Septiembre.
Algo parecido ocurrirá con las colocaciones de testimonios en los edificios y construcciones de instituciones que cumplieron o están cerca de los cien años.
Ya todo comienza a ser pasado o historia, y lo que es más queda mucho tiempo para recuperar el tiempo que dura el bicentenario, y durante el año proyectar un trabajo que deje algo concreto que sea el testimonio de un Bicentenario.
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